Cuando tu hija de tres años está enamorada de la película Frozen, haces lo que Michelle hizo: transformar el cuarto de su hija en una mini Arendelle, la villa ficticia de la película. Y si eso es alimentar la fantasía de su hija, Michelle también alimenta la vida real de su pequeña con las lecciones de El Camino a la Felicidad.
Lee El Camino a la Felicidad, el primer código moral basado totalmente en el sentido común, uno que puede ser seguido por cualquiera, de cualquier raza, color o credo. Traducido en más de 110 idiomas.
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