CONGRESO DE CLEARING DE LONDRES
La larga búsqueda de la verdad, la tortuosa travesía de una cultura a otra, la peligrosa búsqueda al interior de regiones que pocos habían visto alguna vez, y mucho menos se habían atrevido a entrar; es la conferencia de Ronald más famosa de todos los tiempos, La Historia de Dianética y Scientology. ¡Y esa es sólo la primera conferencia monumental! Después de ella está una visión épica de Scientology; su pasado, presente y futuro. Empezando con el pasado, desde su nueva posición de superioridad como Clear, Ronald se remonta a través de cada uno de sus descubrimientos del pasado… hasta los primeros Clears que hizo en 1947. Lo que eso reveló es la respuesta a la pregunta: “¿Qué le pasaba al resto del banco en el momento en que llegaban a Clear?”. Y si la pregunta era suficientemente asombrosa, lo que reveló la respuesta fue la solución para alcanzar una estabilidad total. Por tanto, aquí no sólo tenemos el descubrimiento de lo que impide que un preclear “borre” sus cuadros de imagen mental, sino una revelación que literalmente describe cómo era la vida en el momento de la creación. Todo esto abrió un nuevo panorama de doingness que se extiende por cada dinámica y se resume en la frase “poner orden”. De hecho, aunque Ronald empezó con una mirada monumental hacia el pasado, para cuando terminó el congreso, era la creación de una historia que se sigue desarrollando cada día, El Futuro de Scientology y la Civilización Occidental.
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“Me gustaría contaros parte de la historia de Dianética y Scientology; son cosas que nunca antes le he confiado a nadie.
“¿Os gustaría oírlas?”. — L. Ronald Hubbard
Era el 18 de octubre de 1958, en la Royal Empire Society Hall de Londres. Y con esas palabras, Ronald comenzó la que sería su conferencia más famosa de todos los tiempos. Pues aquí estaba su narración personal del largo camino para hacer realidad un nuevo estado de ser que el hombre había soñado durante más de 2.500 años... una historia que sólo podría ser narrada por el hombre que la vivió: La Historia de Dianética y Scientology.
Como es evidente en sus palabras de apertura, habría de ser la declaración más amplia de Ronald hasta la fecha respecto a lo que había motivado su búsqueda de las respuestas a los enigmas del hombre. En cuanto a lo que le había motivado a contar esa historia, en este momento y lugar, la primera respuesta es obvia: el clearing.
Había pasado más de un año desde su última aparición en Inglaterra, y sin embargo lo que ahora había hecho posible este logro había comenzado, de hecho, durante ese último viaje. Porque fue entonces cuando desarrolló procesos para alcanzar a cualquier caso (control, comunicación y havingness: Congreso de Londres sobre Radiación Nuclear, Control y Salud) que, a su vez, había motivado su desarrollo de nuevas maneras de adiestrar a los auditores (ejercicios de entrenamiento: El Congreso de la Libertad), que revolucionó el adiestramiento de los auditores.
Pero había algo más: y tenía absolutamente que ver con por qué este era el momento para esa ya legendaria conferencia. Y aunque pudiera no ser tan obvio hoy, para aquellos que estaban allí, en 1958, destacó como un faro desde el propio título: Dianética.
Sí, en el año de 1958, el clearing realizado por otros —usando Scientology— se había vuelto realidad. Pero, como explicara Ronald:
“Los primeros Clears se hicieron en 1947, y luego intenté enseñar a otra gente a lograrlo. Y muy rápida y enérgicamente, en diez años, pude hacer eso. Sólo llevó diez años, lo cual está bastante bien”.
Por supuesto, 1947 era una fecha anterior a la publicación de Dianética: El Poder del Pensamiento Sobre el Cuerpo. De hecho, fue el desarrollo y la práctica inicial de Dianética de Ronald entre 1947 y 1949 (y la demanda resultante de otros para averiguar más para que ellos, también, pudieran auditar) lo que impulsó la publicación del Libro Uno. Además, si cualquiera de los presentes todavía estaba bajo la impresión equivocada de que el éxito actual en el clearing se podía atribuir a procesos más nuevos de los últimos diez años, la siguiente declaración de Ronald hizo que desapareciera esa idea para siempre:
“El hecho del clearing dependía de la pericia en la auditación, ¡y esa fue la única verdadera barrera!”
La significación de ese descubrimiento se extendió mucho más allá de la resolución del entrenamiento de auditores. Porque si bien esos auditores ahora estaban haciendo Clears, existía todavía el asunto de la velocidad: ¿Cómo de rápidamente podría lograrse? Es más, si la barrera al clearing había sido la “pericia del auditor”, ¿entonces cuál sería la verdadera funcionalidad de procesos anteriores que parecían “no funcionar” en manos de auditores inexpertos? Esas eran las preguntas que abrieron panoramas completamente nuevos para el clearing y, de hecho, trajeron a Ronald de vuelta, en un círculo completo, al tema de Dianética:
“Me sonrojé bastante el año pasado al descubrir que no sabía exactamente lo que estaba haciendo en 1947 cuando hice Clears. Lo extraordinario de ello es que de alguna manera inconsciente y torpe, sí lo sabía, pero no podía expresarlo. No podía describirlo”.
Todos los factores del clearing, cada sucesivo avance sensacional desde el mero principio hasta el presente, habrían de darle la respuesta que Ronald había estado buscando desde 1947. Más específicamente, surgiendo de su descubrimiento de la verdadera fuente de los cuadros de imagen mental, vino un avance sensacional aún más impactante que respondió a una pregunta persistente respecto a todos esos Clears (“Clears perfectamente estables”) que Ronald había hecho hacía tantos años:
“Durante diez años, no pude explicarlo: ¿qué le pasaba al resto del banco?”
La respuesta no era la borradura. Más bien se encontraba en una palabra que marcó el siguiente gran hito de Dianética y Scientology: confrontar.
Aquí, entonces, está la espectacular historia de cómo Ronald volvió a los primeros procedimientos de Dianética de 1947, aplicando la más reciente tecnología de Scientology. Y respecto a lo que a su vez creó, fue una nueva ola de clearing que Ronald habría de anunciar después con el titular: “¡¡¡Algo ha ocurrido!!!”
Más aún, ese fue sólo el comienzo. Porque para completarlo, y extendiéndose a esferas mucho más allá de la sesión de auditación, vino la anatomía de la confusión y del orden. Esta resuelve el enigma inmemorial de la creación, es la sustancia tras el lema “Poner Orden” que ahora aparece en cada Oficina de Comunicaciones Hubbard (HCO) y se mantiene hasta hoy como principio guía de lo que hace un scientologist.
De modo que sí, el Congreso de Clearing de Londres tuvo lugar en el tiempo y el lugar adecuados. Porque si bien comenzó con el pasado, La Historia de Dianética y Scientology, para cuando había terminado, Ronald había colocado en su lugar una historia aún más dramática, una que continúa desarrollándose todos los días: El Futuro de Scientology y de la Civilización Occidental.